Los mercados financieros asiáticos cierran con bajadas, lo mercados europeos se mueven en unos amplios números verdes y los mercados financieros norteamericanos a través de los futuros de Chicago una apertura en positivo.

Esta diferente lectura de la situación económica internacional me lleva a pensar que asistimos a un momento de impasse en los mercados, los cuales no saben hacia donde mirar, pues miren a donde miren no parece haber soluciones reales y efectivas en el corto o medio plazo. Lo único que se ven son intenciones y estas no del todo claras.

Esta situación de inmovilidad no podrá mantenerse durante mucho tiempo y la reina de los mercados, la volatilidad terminará obligando a los inversores a moverse en una montaña rusa.

No olvidemos una máxima evidente y que puede convertirse en una dolorosa realidad, “lo que no termina de subir, acaba bajando”.

Mercados financieros asiáticos
Al contrario de los mercados financieros europeos en los que los números verdes mancha todas sus plazas, en los mercados financieros asiáticos han predominado las pérdidas. El Nikeei retrocedió más del -1,3% y de manera mucho más moderadas, el mercado financiero chino se dejó un -0,2%.

Parece claro que la preocupación por la situación de Italia ha pesado mucho en los mercados financieros asiáticos. Recordemos que algunos de los países del área tienen intención en participar  en  el plan de ayuda a Europa y cada incidencia que ocurre en el viejo continente influirá cada día más en los mercados financieros asiáticos.

Por último en este apartado destacar la fuerte participación del Banco de Japón con un 10% en la compra de bonos emitidos por el EFSF para hacer frente al siguiente tramo de ayuda a Irlanda. Esta participación se cifró´ en €2.975M.

Mercados financieros europeos
En la jornada de ayer los mercados financieros europeos reaccionaron al alza con el rumor de la dimisión de Berlusconi, primer ministro de Italia. Este rumor fue desmentido poco después y de nuevo volvieron a bajar los mercados financieros europeos.

En el día de hoy los rumores de ayer se pueden convertir en una realidad si hoy Berlusconi no consigue que el parlamento italiano apruebe los presupuestos generales del Estado. Si esta no se aprobara el primer ministro italiano se vería obligado a buscar el respaldo del parlamento italiano para poder seguir gobernando.

Pasa lo que pase, como ya mantuve la semana pasada, Grecia ha pasado a ser una situación e Italia un problema para la Unión Europea.

Comenzaré hablando de la situación griega. En estos mementos el futuro de Grecia no está en manos de los griegos, sino del FMI y la Unión Europea. Esto es así porque en función de la Unión Europea el futuro de Grecia será distinto.

A mi modo de ver existen dos caminos, el primero sería el no admitir el fracaso de la Unión Europea para hacer frente a la crisis griega y optar con mantener el plan de rescate. Este plan de rescate que mantendría las cifras aprobadas, cambiaría en las condiciones de entrega del dinero.

Estas condiciones pasarían por el control de los presupuestos generales griego de la Unión Europea y el FMI, reduciendo partidas hasta ajustarlos a los objetivos firmados de déficit. Este ajuste exterior de los presupuestos debería ser aprobado por el parlamento griego si es que quieren continuar recibiendo dinero de la zona euro.

Otro elemento sobre el que ejercerá un férreo control la Unión Europea y el FMI será sobre la emisión de deuda soberana de Grecia. El objetivo será evitar perder lo ganando en los presupuestos y obligando al gobierno griego se ajuste al presupuesto y no busque ingresos adicionales a través de la emisión de deuda soberana.

En segundo escenario sería la salida temporal de Grecia de la zona euro, esta salida estaría apoyada con los fondos asignados al rescate y permitiría a Grecia mantener su soberanía intacta.

En definitiva, al final los griegos tendrán que sopesar y decidir entre soberanía o euro. Esa creo que será la disyuntiva final.

En cuanto a Italia, su deuda es del 120% del PIB sólo superada por Grecia, pero a diferencia de esta que sólo equivale al 2% del PIB de la zona euro, Italia es el tercer país con más peso. Esto supone que es técnicamente imposible su rescate, por ello resulta imprescindible que Italia tome medidas que eviten el contagio griego.

En este sentido y ante la desconfianza que produce el actual primer ministro italiano, los mercados verían con agrado la formación de un gobierno de unidad nacional que permitiera la toma de medidas adecuadas para enfrentar la crisis con el mayor respaldo posible.

Por lo tanto, dimitiera Berlusconi, la presión sobre la deuda soberana disminuiría y los mercados darían un voto de confianza a la nueva coalición política.

Los CDS italianos están en estos mementos en 507.90 pbs, con un riego de default del 35,65%, mientras que el otro país con riesgo de contagio, la quinta economía de la zona euro se mantienen en niveles más bajos, 385.04 pbs, con u  riesgo de default del 28,39%. Nivele smás bajos en España no significa que no esté el país en zona de riesgo.

En lo referente a la zona euro una pequeña reflexión. Si los bancos fueron el detonante de la crisis del 2.008 y la deuda soberana es la consecuencia de la prolongación de dicha crisis, mi pregunta es ¿por qué los gobiernos europeos no son capaces de hacer frente a la actual crisis de la deuda soberana?

Me intuición, que muchos la tacharan de evidente, es que simplemente no están dispuestos a dejar de gastar, ni dejar beneficiarse del dinero público.

Resulta curioso que los gobiernos europeos reconociendo la existencia de una crisis económica, desde el 2.008 no hayan reflejado esta necesidad de contención del gasto en sus presupuestos generales y hayan seguido aprobando presupuestos basados en datos que nada tenían que ver con la situación de la economía real.

Solución, aumentar los impuestos, pero como toda solución brillante, suele tener algún problema. El problema se llama paro y peores condiciones laborales. Estos dos factores hacen que los ingresos no aumenten y la deuda siga creciendo debido a los gastos financieros y la continua emisión de deuda soberana.

Posible solución, reconocer el problema y comenzar a ajustar el gasto eliminando lo superfluo y manteniendo dos objetivos, el primero creación de empleo y segundo estimulación de la economía, el resto deberán quedar en segundo lugar.

Lo dicho con anterioridad no será posible hasta que no les quede más remedio que  hacerlo a los políticos europeos, mientras tanto, la volatilidad seguirá reinando en los mercados financieros internacionales.

Mercados financieros norteamericanos
Los mercados financieros norteamericanos ayer cerraron en positivo y hoy han abierto en positivo. Parece claro que el camino quedará marcado por la votación del parlamento italiano de hoy en función del resultado los mercados se apoyaran en el verde o en el rojo.

En cualquier caso, e independientemente de lo que ocurra en Europa, la FED está dispuesta a actuar más agresivamente en la estimulación del mercado laboral e impulsar el crecimiento tal y como declaraba ayer Eric Rosengren, presidente de la FED de Boston.

Puede que la actual situación de Europa acelere la aprobación del QE3 con el fin de evitar el contagio de Europa.

Esta medida tan deseada por los mercados podría estimular a los mercados, pero también necesitaría la aclaración de la crisis de la deuda soberana con el fin de evitar que su recorrido fura corto e ineficaz. El QE3 es la última bala de la recamara de la FED y deberá hacer lo que sea necesario para que sea realmente efectiva y en necesario hablo de presionar a Europa para que busque de manera más rápida una salida a la crisis de la deuda soberana.

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