Australia |
En numerosas ocasiones hemos hablado desde el análisis diario de los mercados financieros asiáticos sobre la debilidad de la economía australiana aun cuando sus niveles de crecimiento en escenario de crisis mundial se mantenían firmes.
Sin ir más lejos en el análisis de ayer avisábamos sobre la repercusión de la caída en el crecimiento de china sobre el crecimiento australiano y hoy hemos conocido un dato preocupante, en el último trimestre del año el crecimiento del PIB ha sido del 0,4%, muy por debajo de las previsiones que esperaban una subida del 0,8%. Esta subida supone un crecimiento interanual del 2,3%, también inferior a la previsión de crecimiento del 2,75%.
Esta disminución del crecimiento australiano no es más que el efecto dominó de la crisis de la deuda soberana europea sobre China.
El razonamiento es sencillo, Australia parece haber basado su crecimiento en el sector mineral que ha sido de capaz de contener la caída en el resto de sectores de la economía como el empleo, el sector turístico, las manufacturas. A esta desaceleración en casi todos los sectores se une una drástica disminución de la inversión empresarial y una sorprendente disminución en los inventarios agrícolas.
Aunque este progresivo deterioro de la economía australiana parecía avocar al RBA y al gobierno hacia el camino de la estimulación económica, la suerte apareció y gracias a las trabas impuestas por el gobierno de India a sus exportaciones de minerales, Australia ocupó su lugar en las exportaciones hacia China y permitió que este sector continuara conteniendo las consecuencias de una economía débil, pero al final un escenario mundial en recesión ha terminado imponiéndose y ha golpeado al principal aliado de Australia, China y a su crecimiento que reconociendo que este año rondará el 7,5%.
Esta disminución del crecimiento de China que personalmente creo que estará en el 7% ha hecho que las exportaciones de mineral que suponen el 14% del PIB se vean afectadas y dejen de ser el cortafuego del crecimiento australiano.
Increíblemente, el RBA continua en su postura de mantener los tipos de interés y el gobierno no parece preparar medidas `para la estimulación de la economía por lo que en el corto plazo veremos nuevas disminuciones en las perspectivas de crecimiento de Australia.
Como mantenía ayer, el gobierno australiano y el Banco Central parece haberse contagiado del modo europeo a la hora de afrontar los problemas no tomando las decisiones cuando son necesarias y haciéndolo cuando ya la potencia de fuego de las mismas es casi nula.
No sería improbable que al final opten como en Europa por tomar medidas de ajuste que sólo servirán, como estamos viendo en Europa para atormentar a os ciudadanos australianos y no ayudaran al crecimiento económico.
En cualquier caso habrá que esperar para conocer más datos económicos de Australia y ver la reacción del gobierno y del RBA .
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