Los mercados financieros asiáticos han cerrado con nuevas subidas el último día de la semana y continúan en la senda alcista subiendo una media del 0,5%, superior al cierre de Estados Unidos del 0,2%.

Por mercados destacar los fuertes avances del mercado chino continental, con una subida del Shanghái Composite del 1,43% donde además se observa un aumento del volumen de contratación. Este rally también contagió al Hang Seng que ganó un 0,82% y ya en menor medida el ASX con ganancias del 0,41% y el Kospi que cerró plano con una subida del 0,22%.

Los mercados parecen haber recuperado su apetito por el riesgo y están dejando a un lado los datos macroeconómicos y el débil estado de la economía internacional.

En este sentido me gustaría enumerar todo aquello que parece despreciar los inversores. En primer lugar el PMI de China, por un lado tenemos el PMI que denominaremos oficial, donde el gobierno chino colabora para que se elabore. Este PMI manifiesta una mejora  de la economía china respecto a enero, pasa de 50.5 a 51.0, mientras que el PMI independiente de HSBC mantiene por debajo de 50 a la economía china, en concreto en 49.6 lo que supone que sigue en contracción y no en expansión como indica el otro PMI.

Esta contradicción entre ambos datos ha pasado inadvertida para los inversores. En el fondo los inversores prevén un crecimiento muy inferior al 8% y por eso mientras los datos nos sean mejores permanecerán a la expectativa adaptándose a la dirección de la corriente en cada momento, ahora toca subir, compramos, ahora toca bajar, vendemos.

Mientras que si han valorado la intención de cuatro bancos chinos de propiedad estatal de  apoyar mediante créditos al sector inmobiliario en la construcción de viviendas de “normales “140m2” y las de protección oficial. Este acceso a los créditos permitirá al sector desahogarse de los problemas de liquidez que han soportado hasta este momento por la política del gobierno central de contención de la especulación inmobiliaria y de la inflación. En gobierno chino permite una válvula de escape para el sector.

Los mercados, tampoco han tenido en cuenta las presiones inflacionistas que suponen los altos precios del petróleo sobre unas economías bastante castigadas. Más aún parecen inferir que el conflicto con Irán no va a crear problemas reales de abastecimiento y esto desde mi punto de vista es mucho decir. Sin ir más lejos en la jornada de ayer un rumor sobre un atentado a un oleoducto hizo subir de inmediato los precios del petróleo que llegó a $127, es cierto que cuando se desmintió la noticia bajaron de nuevo y la tendencia parece inclinarse a mayores bajadas, pero esto no significa que cualquier alteración que sufra el suministro pueda llevar al petróleo a precios superiores a $130/$140 afectando a los niveles de crecimiento de la economía mundial.

Mientras que si tiene presente la mejora de la cotización del yen frente al dólar. Es reconocer que una política más agresiva por parte del gobierno japonés y del BOJ ha permitido una depreciación de su moneda que ha ayudado a mejorar su competitividad. Esto se ha visto reflejado en el aumento de la venta de vehículos, pero también es  cierto que el gobierno japonés tiene una enorme deuda que pesa sobre sus cuentas públicas y un fenómeno de deflación que de momento constante debido a la debilidad de la demanda interna.

Esta situación hace poco probable que se cumpla el objetivo del BOJ de un IPC del 1% y será necesario no sólo dotar de liquidez al mercado, sino también buscar otras medidas de estimulación del consumo interno.
En el otro lado de la moneda y factor que si están teniendo en cuenta los inversores, es la posibilidad de reducir los impuestos por parte del gobierno chino para estimular la economía. China tan sólo tiene un déficit del 1,1% y esto le permite tener un arma muy potente para la reactivación de su economía, la disminución de los impuestos. Esta medida ya le fue sugerida por el FMI marcando un déficit mínimo del 2%, aunque supongo que el gobierno chino preservara la opción de la bajada de impuestos al momento en que se oficialice el dato del crecimiento por debajo del 8%.

Recordemos que desde estas líneas se mantiene que la economía china podría crecer entre un 7%/7,5% este año.

También me gustaría destacar la recuperación del sector manufacturero en Asia y que ha permitido a Corea volver colocar en el lado positivo a su balanza comercial, a India contener la bajada de su crecimiento y en el caso de China paliar la débil demanda interna.

Por último destacar los constantes esfuerzos por parte del gobierno chino en internacionalizar su moneda y su posición conservadora a propósito de la diversificación de riesgos en sus inversiones en divisa.

Pekín está manteniendo un avance lento pero constante hacia el objetivo de internacionalización del RMB a los acuerdos bilaterales swap con diferentes países ahora se añade el acuerdo con el CME para implementar productos en el mercado de futuros denominados en yuanes.

En cuanto a la diversificación del riesgo, se ha sabido que el gobierno chino, el mayor tenedor de los bonos norteamericanos, está disminuyendo sus inversiones en dichos bonos e invirtiendo en divisas alternativas como el dólar canadiense o australiano, incluso en euros. Esto muestra el intento de gobierno chino por minimizar e impacto de la actual crisis sobre sus inversiones.

Por último anotar que el mercado norteamericano en estos momentos se mueve en números rojos aunque estos parecen augurar una sesión plana a la espera de nuevas noticias que permitan a los inversores marcar el nuevo rumbo de la semana que viene.

Finalmente, desear como siempre un estupendo fin de semana a todos mis lectores y nos volvemos a ver la próxima semana.

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