En la jornada del miércoles en los mercados financieros asiáticos han predominado los números rojos frente a los verdes. Cada vez pesa más el miedo de la desaceleración China y la poca fe de los mercados en la resolución del problema europeo y esto esta lastrando la confianza de los inversores.

Por mercados el Nikkei fue uno de los índices que más bajaron y cerró con pérdidas de -0,55%, seguido del ASX -0,48% (ayer-0,37%), el Hang Seng cerró plano -0,15% (Ayer -1,1%) y el Kospi lideró las bajadas con un cierre en negativo del -0,73% (ayer -0,2%).

En el lado positivo, por denominar el cierre plano del Shanghái Composite de alguna manera, cerro con una subida del 0,06% y el Taiex con una subida algo superior quedó al final de la sesión con unas ganancias del 0,12%.

Los signos de la tan temida reducción del crecimiento de China comienzan a aparecer y sus consecuencias sobre terceros. Han corrido ríos de tinta hablando sobre el enfriamiento del sector inmobiliario y la difícil labor del gobierno chino en mantener un equilibrio entre crecimiento e inflación. Este enfriamiento del sector inmobiliario viene a partir de hoy no sólo por los datos sobre los precios de la vivienda, sino también por los elementos que hacen posible la construcción de las mismas, el hierro.

BHP ha hablado que la perspectiva de compra de mineral por parte de China pase de dos dígitos a sólo uno. Esta disminución en la compra de hierro ya ha tenido sus primeras consecuencias sobre la ec0nomía australiana. La primera consecuencia y como reacción a la noticia, el dólar australiano perdió posiciones frente al billete verde norteamericano y la segunda es el déficit de Australia fue de $-711M  de enero, frente al superávit del $1.300M de diciembre.

La disminución en ventas ha sido de un montante de $1.100M y en porcentaje una disminución del 8,2% en exportaciones a China.

No hace muchas fechas hablábamos que era tiempo por parte del gobierno australiano de comenzar a tomar medidas de contención frente a las consecuencias de la disminución de crecimiento de China y buscar sectores que absorban la diminución de las exportaciones de mineral, principal factor de crecimiento en estos momentos de la economía australiana. 

El gobierno australiano ha actuado a la europea y no ha planteado soluciones de contención y cada día que gaste en buscar esas medidas, la economía australiana ira decayendo hasta que entre en recesión. Y no hablo de recesión por pensar que Australia es un país sin capacidad de respuesta, sino que lo hago porque en estos momentos sectores como el turismo o el manufacturero que podían haber equilibrado el impacto están con crecimiento cero, o incluso negativo. A esta compleja situación habría que añadir un débil mercado laboral y una floja demanda interna.

S&P prevé que las consecuencias de la desaceleración de China llevarían a Australia a un crecimiento del 1,5%, cifra muy inferior a la prevista por el gobierno del 3,25%.

Esta evidencia de la desaceleración de China ha llevado a S&P ha plantear la posibilidad de recortar el crecimiento de China al 7%, incluso por debajo del crecimiento suelo del 7,5% planteado por el gobierno chino.

Una segunda notica que ha afectado sobre todo a los mercados financieros chinos, es la subida de los carburantes del 6,4% para la gasolina  y el diesel 7%.

Si bien esta subida según funcionarios chinos no afectara a los niveles de inflación, a mí me cuesta creerlo puesto que afectará al transporte, a la agricultura, pesca, etc y con ello a los alimentos, elemento que aún el gobierno no ha sido capaz de controlar del todo.

En el artículo de hace dos días dimos a conocer que el gobierno chino está dispuesto a subvencionar el combustible destinado al uso en la agricultura, posiblemente por medio de esta subvención es como pretenden las autoridades de Pekín reducir el impacto sobre la inflación. Está claro que la presión conjunta de los alimentos, más los combustibles no augurarían un buen dato de inflación y estoy seguro que las autoridades chinas no están dispuestas   a que esto ocurra.

Y en este intento por reducir la repercusión de la subida d los carburantes en la agricultura, hoy hemos conocido que el Banco Agrícola facilitara los créditos en el entorno rural y aumentaría su capacidad en $230.000M.

El mercado financiero sigue siendo complicado y más aún cuando no existe una tendencia. Los mercados finacieros norteamericanos siguen mixtos y planos en estos momentos.

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