El cinismo del PSOE neoliberal parece no tener límites en el Parlamento Europeo y continua manteniendo su lealtad al Partido Popular, votando en contra, como un solo grupo, tal y como hizo en el día de ayer en la Sesión Plenaria, votando en contra de la Propuesta de Resolución B8-122-2016, que simplemente pedía “el dictamen del Tribunal de Justicia sobre la compatibilidad con los Tratados del Acuerdo Económico y Comercial Global previsto entre Canadá y la Unión Europea (CETA)

Este cinismo se hace patente, en la Nota de Prensa publicada por los Eurodiputados Socialistas españoles, con el fin de explicar su voto negativo a la Resolución. En dicha “Nota” se utiliza un lenguaje que promueve la confusión en los términos, además de utilizar verdades a medias.



Sin lugar a dudas, la elaboración de la Nota de Prensa, utiliza artimañas lingüísticas basadas en el escaso interés que suelen provocar los asuntos relacionados con la Unión  Europea entre la ciudadanía española y por lo tanto, suponen que nadie se va a molestar en contrastar la información contenida en la Nota publicada.

Entremos en los contenidos del documento publicado por el PSOE, lo primero que afirma es que la propuesta busca paralizar y bloquear el CETA. Dichas afirmaciones no son ciertas, ya que ni paraliza, ni bloquea en Acuerdo, lo que si hace es dilatar el proceso de aprobación, en espera del dictamen del Tribunal Europeo de Justicia.



De hecho, la maniobra dilatoria se realizó antes de votar la Resolución, pidiendo que se aplazará la votación y por lo tanto que se paralizara la negociación del CETA hasta Diciembre, fecha en la que ya se habría dictado la opinión del Tribunal Europeo de Justicia. Esta primera petición fue rechazada, por lo tanto la aprobación de la Resolución B8-122-2016 ni bloqueaba, ni congelaba el calendario de la votación del CETA. No olvidemos que el Tribunal Europeo de Justicia emitirá “una Opinión, nada que ver con una Sentencia




En segundo lugar, me gustaría analizar el Titular de la Nota, “Los socialistas rechazan bloquear las negociaciones del CETA más de dos años”. Este titular, parece indicar que todos los socialistas europeos estaban en contra de la Resolución B8-122-2016 y que como grupo parlamentario S&D, mantenían una posición cohesionada. Esto simplemente es falso.

La realidad es bien distinta, de los 177 socialistas presentes en la votación, 69 votaron a favor de la Resolución y 108 en contra. Los socialistas austriacos, belgas, búlgaros, checos, franceses…, votaron en bloque a favor de la resolución, mientras que los españoles votaron en bloque contra la resolución.

Tercero, la afirmación de los socialistas que por el hecho de haber pedido un informe jurídico, a los Servicios Jurídicos del Parlamento Europeo que afirma la compatibilidad del Mecanismo de Defensa de los Inversores, antiguo IDSD, repintado ICS, queda en entredicho ante el pronunciamiento del Tribunal Constitucional Alemán en octubre que obliga al Gobierno Alemán a excluir el apartado del ICS, en la firma del CETA, hasta que no se haya dictado Sentencia sobre su constitucionalidad.

Independientemente de la Resolución en sí misma y de la Nota de Prensa de los Europarlamentarios “Socialistas” españoles, me gustaría reflexionar sobre el aspecto más polémico de los Tratados de Libre Comercio de última generación como el CETA, el TTIP o el TiSA, el ISDS o ahora denominado ICS.

El ISDS/ICS es un mecanismo que permite a los inversores extranjeros demandar a los Estados utilizando una legislación originada desde el Banco Mundial que carece de legitimidad democrática, por encima de la legislación nacional, legitimada por los parlamentos elegidos democráticamente en cada país. Esto no lleva a una primera conclusión, que uno de los pilares esenciales de la democracia, el poder legislativo (los parlamentos), pierden su capacidad de legislar y por lo tanto se convierten en un mero elemento decorativo y cuya única función real es la de generar Leyes acordes con los Tratados de Libre Comercio.

Una segunda conclusión, es que el poder judicial, otro pilar esencial de la democracia, queda fuera de juego, ya que pierde su posición dominante en asuntos esenciales, cediendo dicha capacidad a un Tribunal extranjero de arbitraje  y reduciendo su papel a decidir sobre minucias domésticas.

Incluso el tercer y último pilar de la democracia, el poder ejecutivo, se convierte en un invitado de piedra, determinado en sus actuaciones a no contradecir las indicaciones de los Comités Reguladores creados por los Tratados de Libre Comercio y en caso de rebelarse contra  esas recomendaciones, se vería doblegado por los Laudos Arbitrales que le obligarían a acatar las recomendaciones de estos Comités, convertidos en los órganos legislativos en la sombra de los Tratados de Libre Comercio.

Tercera conclusión, el ISDS/ICS supone de facto la pérdida de soberanía de los Estados ya que como hemos visto en las dos conclusiones anteriores, la estructura democrática y el Estado en sí mismo desaparecería.

Entonces ¿cómo es posible que partidos que se enorgullecen de defender a ultranza España como el PP o el PSOE, el País Vasco, PNV o Cataluña Convergencia, voten a favor del CETA o el TTIP y cuyo efecto real supone posicionarse en contra de la soberanía y de los Estados Nación?

La respuesta es muy sencilla, y me limitaré a apoyarme en la argumentación sustentada por James Petras, en el Informe encargado por el CSIC en 1.995 y que escribió a propósito de Cataluña lo siguiente: “en Cataluña de Jordi Pujol es uno de los arquitectos y promotores clave de los contratos de trabajo temporales y es probable que estimule y apoye su prolongación en el tiempo. En este sentido, las políticas nacionalistas son estrictamente "lingüistico-culturales" y se combinan con un contenido social profundamente antitrabajo. De hecho, a nivel económico, el "nacionalismo" no existe, en la medida en que Pujol es un ardiente partidario del libre mercado y promotor de las tomas de posesión extranjeras de la economía nacional.”

Los partidos que defienden los Tratados de Libre Comercio como el CETA o el TTIP, como el PP, PSOE, PNV o Convergencia, no tiene ningún interés en términos reales en la Soberanía Nacional y simplemente mantiene un nacionalismo de “charanga y pandereta”, basado en elementos folclóricos, que les permiten lustrarse de una fina capa  de nacionalismo y que se deshace al contacto con el neoliberalismo comandado por corporaciones extranjeras.


En este artículo, se aporta el vídeo completo de la votación  de la Resolución B8-122-2016 sobre CETA; la imagen capturada de la Nota Socialista sobre la votación por si en un futuro fuera eliminada; el texto íntegro de la Resolución B8-122-2016 y por último el documentos de la votación con los nombre de quienes votaron a favor y en contra de la Resolución.

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