Elipando de Toledo

Tras la conquista por parte de los árabes de la Península  Ibérica existe una gran confusión doctrinal entre los cristianos. Este hecho lo podemos observar por la conversión de un sabeliano (1) en Toledo mientras era arzobispo de esta ciudad Cixila (774-783).

Además de estas herejías, existían otras de carácter judaizante, para evitar Adriano I escribe varias cartas (2). La primera que vamos a transcribir es la que envía a los obispos españoles ante el incesante rumor de la existencia de diversas herejías en España: que algunos dicen que la potestad de la salvación o de la condenación está en manos de Dios y no en las nuestras. Unos dicen; ¿para que nos empeñamos en vivir, pues ello esta en poder de Dios y no en las nuestras?; mientras que otros predican que ¿para qué rogamos a Dios que no seamos vencidos por la tentación, ya que de ello depende de nuestra voluntad y de nuestro albedrío?

Muchos se dicen católicos y viven con los judíos y con paganos no bautizados, tanto en las comidas como en las bebidas y en diversos errores, afirmando que con ello no se contaminan …  casan a sus hijas con otros siendo  entregadas a pueblo gentil, sin n examen los presbíteros son ordenados para presidir el culto y hay otro error pernicioso que ha invadido: que, mientras vive el marido, sus mujeres se casan con ciertos seudosacerdotes, as! como de la libertad de arbitrio y de otras muchas cosas que sería largo decir y hemos oído decir que existen por esas regiones (3).


La carta pontificia no es una acusación precisa, sino más bien unos rumores al mismo tiempo que daba la voz de alarma a los destinatarios, de quienes solicita que pongan los medios para corregir tamaños abusos.
El ambiente mahometano reinante en España, explica las tendencias entre los defensores del libre albedrio y los de la predestinación divina, dada la formaoión fatalista del Corán.

En cuanto a los usos de sabor judaizante, que consistían en negarse a ayunar el sábado, diferían la conmemoración de la Pascua, si el día decimocuarto de la luna caía en sábado, trasfiriendo la celebración pascual, no al domingo siguiente, día decimocuarto de la luna, sino al día veintiuno.

En medio de este ambiente de confusión surge la doctrina de Migecio y la refutación llevada a cabo por Elijando Metropolitano de Toledo.

Diremos que la historia comienza cuando Carlomagno desea aumentar sus posesiones meridionales, teniendo en proyecto la e conquista de la franja a meridional de España, la Marea Hispánica, anexionándose Cataluña. Al realizar esta conquista se dio cuenta del estado lamentable en que 8e encontraba la fe cristiana en España y deseando solucionar este tema, lo trata con Wicario obispo de las galias y juzgan conveniente mandar a un prelado no inscrito en ninguna diócesis a ejercer en la. Peninsu1a la labor pastoral y se lo comunicaron a Adriano I a quien le pareció bien.

Nombraron obispo a Egila y acompañado por el presbítero Juan se asentaron en la Bética comenzando la evangelización, la cual comenzó con gran éxito, pero terminó él mismo abrazando el mismo la herejía de MIgecio. Fue en la Bética donde contactarón con Migecio por medio de una carta, pues este utilizaba el sistema epistolar para conseguir adeptos.


Sobre su doctrina se conserva la carta que Elipando le manda criticando su doctrina: Leímos tu carta sin poder contener la risa, En ella tu fatua e ignorante locura de tu corazón aparece. Vimos la carta y la encontramos ridícula por la falta de consistencia de tus afirmaciones, y no sólo nosotros, sino toda la cristiandad te desprecia por tu pútrida doctrina y te declara digno de anatema…No se puede curar tu enfermedad con fomentos de vino y aceite, sino con cuchillo de doble filo ha de amputarse podredumbre tan antigua (4)


Los puntos que conocemos de la doctrina: ¿cómo David había de ser Padre Eterno, cuando dice de sí mismo que ha sido concebido en pecado?(5); y según S. Pablo, murió y fue sepultado y su carne se corrompió y su sepulcro permanece hasta el día de hoy (ó) Esta respuesta viene dada por parte de Elipando a la teoría de Migecio al considerar la trinidad conformada por tres personas corpóreas, reales e históricas. Al Padre le considera David, al Hijo Jesús de Nazaret, la respuesta a asta segunda persona de Elipando es la siguiente: ¿cómo la Segunda Persona de la Trinidad ha de ser Jesucristo, en cuanto hombre, diciendo el mismo Cristo, de una parte que es igual al Padre(7) y de otra que en cuanto a hombre es inferior a él (8).


Con respecto al Espíritu Santo consideraba a S. Pablo, la respuesta es, ¿y cómo el Espíritu Santo había de ser S. Pablo, que fue hombre corpóreo, que persiguió a la iglesia del mismo Espíritu y al quererle adorar a él y a Bernabé los habitantes de Licaonía como a dioses les dijo: ¡Varones! ¿qué hacéis?; también nosotros somos hombres mortales como vosotros (9).


Elipando concluye el párrafo diciendo: He ahí, pues, a las tres Personas: Padre, Hijo, Espíritu Santo, espirituales, incorpóreas e indivisas, inconfusas, coesenciales, consubstanciales, coeternas, en una Divinidad, Poder y Majestad; sin principio ni fin; de las cuales el profeta, queriendo insinuar la Trinidad de personas en una sóla esencia, repitió tres veces el vocablo: Sanctus, Sanctus, Sanctus, Dominus Deus Sabaoth; pleni sunt caeli et terra gloria eius (10).


También enseñaba Migecio que los apóstoles mienten cuando confiesan ser pecadores, siendo en realidad santos, y si son pecadores porque se atreven a administrar los misterios. A esto responde Elipando que siendo hombres, no pueden carecer de pecado, pero sostenidos no por las fuerzas naturales, sino por la ayuda de la Gracia, adquieren la santidad.


También defendía que Roma es únicamente donde está la potestad de Dios, porque allí habita Cristo y allí no entra nadie impuro. A esto contesta haciendo ver que Dios quiso que el cristianismo se extendiera por todo el mundo (11).


Después de ver las tesis de Migecio y la refutación de Elipando, de donde surgen las tesis adopcionistas en España.


Los orígenes no están muy claros, algunos autores creen qua el promotor de la misma fue Félix, obispo da Urgel, como Menéndez Pelayo y A. Molinier, pues así aparece que Félix es consultado por el Arzobispo Elipando sobre la humanidad de Cristo y responde que el Salvador, es hijo adoptivo de Dios. Abogan en este sentir los versos del poeta sajón que aparecen en los "Anales" de Eginhardo del año 792 (12) y que transcribió dichos anales en " Annalium de gentis B. Caroli magni libri quinque"(13) y que dicen asi:


Sobre las elevadas cumbres del Pirineo
se asienta la ciudad de Urgel, que gobernó el obispo Félix.
Este tramó una herejía dañosa
y propala dogmas contrarios a nuestra fe.
Afirma que nuestro señor Jesucristo,
que se dignó hacerse hombre tomando nuestra naturaleza,
no por ello era hijo natural del Omnipotente, sino sólo adoptivo.
Y en este sentido respondió a Elipando de Toledo
que le había c consultado sobre este  asunto de tanta gravedad.


Otros autores como Juan Francisco Rivera Recio creen que el origen está en Córdoba y se basan en el texto de Alcuino que dice: “Máxime origo huius perficiae de Corduba civitate processit” (14).


Esto lo dice en su “Epístola contra Elipando”: “es ver dad que en la ciudad llegó a formarse un centro de adeptos bastante numeroso y que se llamaban a sí mismos hermanos” (15) .Aunque parece que los que siguen a Alcuino se equivocan , pues según Álvaro Cordobes dice de la herejía de Elipando como importada de fuera (16).


Por último, otros autores dicen que la herejía de la Adopción viene de Elipando, sería la opinión de Ramón de Abadal y se basan en la primera carta de Alcuino a los obispos Leidrado y Nefridio, asegura que: “conoció que Elipando así como era el primero en dignidad por aquellas tierras, también era el primero en el pérfido mal” (17) Paulino de Aquileya llama al Arzobispo Toledano: “autor de dañoso mal” (18) .La misma postura aparece en la presentación de "Elipandi Opera" que realizo Juan Gil que escribe de Elipando: “que había combatido los errores de Migecio, en la Bética, se adhirió a ellos e indujo luego a Felix de Urgel a aceptarlos “(18).


En cualquier caso la primera manifestación adopcionista conocida es la que hay en un escrito da Elipando. El Arzobispo toledano refuta el sabelianismo de :Migecio (19) y cae en el extremo opuesto al poner la distinción no sólo en las tres personas divinas, sino que en la persona del hijo discierne al engendrado del Padre en la eternidad del nacido de Maria en el tiempo (20). En este escrito aún no emplea la palabra adopción, queda clara la doble filiación de Cristo que llevará a dos personalidades distintas.


Estos antecedentes són importantes para poner la polémica en su lugar exacto y clarifica las razones por las cuales surge la doctrina adopcionista en España, y evitan confundir la doctrina adopcionista, con la nestoriana, pues el Patriarca de Constantinopla establecía distinción real entre las personas en Cristo, correspondiente a la distinción de las naturalezas. Mientras Elipando mantenía la unidad de las personas y llamaba s. Cristo hijo natural de Dios según la divinidad y adoptivo según la humanidad (21).

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1.- Para entender el sabelianismo tenemos que tener presente dos datos. Primero, viene de Sabelio que vivió en el siglo III y que predica una doctrina antitrinitaria en la cual negaba la personalidad del Hijo. Segundo, la carta de León I a Sto. Toribio de Astorga, en la que condensaba la doctrina priscilianista donde decían que estos habían tomado su doctrina de los sabelianos, también llamados patripasianos y que sostenían que el padre, el Hijo y el Espíritu Santo eran una mi ama persona.
Esto era lo que creía el toledano que  buscó en monoteísmo antitrinitario una forma de conciliar el Corán con el dogma cristiano.
El Dios revelado a Mahoma es antipersonal y antitrinitario por lo que Dios trino debe ser considerado como politeísmo e infiel.

2.- Flórez, España Sagrada, T.V, Apéndice X, p.527-536. También aparecen en Monumenta Germanica T.I.

3.- Monumenta Germanicae historica. Epístola III,6ó42.


5.- P S, 10,7.


6.- Reg 24-17.


7.- S. Juan 10,30-38 y 16, 15.


8.- S. Juan 14, 28.


9.- Actas de los Apóstoles 14, 14.


10.- Isaías 6, 3 y Apocalipsis 4,8.


11.- Mateo 8, 11.


13.- Molinier  en " Los sucesos de la Historia de Francia" Época primitiva, Merovigenses y Carolingios, Paris 1902 p 200.  Sostiene que el poeta sajón es el monje Agio Corvey. Sus versos pueden verse en : Migne P.L. 99, 707- también en “La España Sagrada del padre  Flórez T. V, p.582 Y en Menéndez  Pelayo.


14.- Obra s de Alcuino, Paris 1616, p. 994.


15.- Epístola al Felicem nuper comversum, Florez ob, cit T.V,p. 559.


15.- Plorez ob, cit, T. XI, epístola IV de Alvaro Cordoves .
El adopcionismo aparece ya en España con ocasión de unas oscuras expresiones de Marcelo obispo de Ancira. Uno de sus discípulos, Fotino diacono de Ancira y más adelante obispo de Sirmio enseño que el Logos no era una persona, sino una virtud divina que se manifestó en Cristo. Según él, no era Jesús  más que un hombre; Dios lo adopto par causa de sus virtudes; desde el momento que haya entregado su poder al Padre, el Logo s se separara de él.
Menéndez  Pelayo pone sus orígenes en España en el Año 439 con la aparición de un brote de nestorianismo del que trata la epístola de Crapelo,  Vital y Constancio, los cuales combatieron las opiniones bonisiacas, acerca de las cuales consulto Rústico al obispo de Valencia Justiniano en tiempo de Theudis.


17.- P.L. 101, 232.


18.- P.L. 99, 153.


18.- Corpus scriptorum, Edidit Joannes Gil, CSIC. Instituto Antonio  Nebrija. Manuales anejos de "Emerita", 28, Madrid 1973 2 vols. La obra tiene 64 tomos. Las Elipandi opera , aparecen en el vol.I, p. 67-111. La “Quia Felix vergellitanae sedis episcopus ad Elipandi sentemtiam adcedebat" p.25.


19.- P.L. 101, 355-359. y Hefele- Leclercq en "Historia de los Concilios", Paris 1910, T. 111, p. 985-992.


20.- P.L. 96, 861-864.


21.- Menéndez  Pelayo,” Historia de los heterodoxos  españoles, ed. Porrua, México 1983. , T I, p. 178.

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