En el último día de la semana los mercados financieros asiáticos cerraron de forma mixta, por lo que podríamos considerar que no ha sido una mala finalización de la semana teniendo en cuenta el cierre en negativo de Nueva York determinado por los malos datos macroeconómicos sobre el empleo y los fundados temores sobre la capacidad de la economía española de poder aguantar la actual situación sin necesidad de acudir en busca del rescate de la Unión Europea.

Por mercados, en el lado negativo el Kospi con pérdidas del -1,26%, el Sensex presionado por los temores de los inversores extranjeros ante el GAAR cayó un 1% y el Nikkei moderó las pérdidas cerrando con una bajada del -0,28%.

Nuevamente las empresas exportadoras más expuestas a los problemas de los países desarrollados han sido las más castigadas
En el lado de las ganancias los mercados chinos y Australia.  El Shanghái Composite lideró las ganancias avanzando un 1.19%, el Hang Seng  y el ASX cerraron planos con avances de 0,07% y 0,09% respectivamente.

Parece que los rumores de un repunte de la economía china en el tercer trimestre, la modernización del sistema financiero y la entrada de nuevo capital gracias a la reducción de los depósitos han animado a los inversores chinos a tomar posiciones a la espera de acontecimientos y ha hecho cerrar por encima del nivel psicológico de los 2.400 al Shanghái Composite, el nivel más alto desde el 19 de octubre.

Esta interpretación del mercado financiero chino se vio respaldada por las declaraciones del Vicepresidente Senior del Banco Mundial Justin Lin manteniendo la idea de que la economía China se mantiene sólida y que prevé que el crecimiento se mantenga en el entorno del 8%, aunque por otro lado reconoce que el crecimiento mundial es débil y que esta ex`puesto a tensiones.

En apoyo de esta visión Fan Jianping declaró que en el tercer trimestre China crecerá al 8,5% y en el cuarto llegará al 8,8%, con una inflación del 3,6%, ligeramente a la prevista del 3,5%.

Desde mi punto de vista, estas declaraciones van encaminadas a calmar el mercado y no se ajustan a la realidad. Ayer conocimos la disminución de las exportaciones a China desde Japón y seguiremos recibiendo datos de manera escalonada que avalen que el crecimiento de China será inferior al 7,5%. Esta disminución del crecimiento es inevitable en un escenario macroeconómico débil y con tensiones constantes, pero este tipo de declaraciones no ayudan a la mejora de la economía, sino que provocan una mayor tensión en los mercados cuando se muestra por medio de los datos que no se sostienen. En el fondo intentan adormecer los sentidos, pero justo suelen provocar la reacción contraria cuando la decepción sale a la luz.

Sólo como ejemplo podré la noticia recurrente del QE3 en Estados Unidos, cuando el rumor se fortalece el mercado sube, pero cuando vuelve a disiparse el mercado no sólo vuelve al punto de inicio, sino que se va a más abajo.

Una última noticia sobre China, y es el intento del gobierno por regular el mercado privado del préstamo que tan arraigado está en ese país. Sin lugar a duda es una buena noticia  para los consumidores que pagaban intereses más altos que los oficiales, pero quizás termine siendo un problema pues este mercado atiende a pequeños comerciantes y particulares que están fuera del mercado del crédito y que si se presiona demasiado puede que estos colectivos dejen de poder financiarse y con ello sus negocios o situaciones 
personales puedan colocarse en una situación difícil.

Una buena medida sería crear bancos que se dediquen a los microcréditos y sustituyan a los prestamistas particulares evitando crear un vacío sobre el crédito minorista.

Continuando el análisis de los acontecimientos del día  el Yen sigue bajando frente al dólar gracias apoyándose en las futuras medidas que el BOJ va a tomar para continuar su plan de estimulación de la economía y su lucha contra la deflación. Sera interesante conocer estas medidas que posiblemente se plasmen en el documento que salga de la reunión del día 27 del BOJ.

Dos últimos apuntes sobre la India, el primero son las declaraciones del secretario de Estado de Economía Geithner pidiendo garantías para las inversiones extranjeras frente a las medidas fiscales de la GAAR y mostrando su preocupación. Además señaló, que esta inseguridad podría enfriar el entusiasmo de los inversores extranjeros en India.

Geithner sólo explicita una realidad y es que como muchos gobiernos, el de la India intenta suplir su incapacidad para gestionar el déficit público mediante impuestos que compensen el gasto masivo de la administración.

Si el gobierno indio quiere mantener el nivel de inversión extranjera en su país tendrá o bien dar marcha atrás con la actual reforma o presentar una reforma suave y aceptable para los inversores. Si sucede esto último habrá que ver que se les ocurre crear en el corto plazo acompañar a las declaraciones hechas ayer sobre la disminución del déficit público. Habrá que estar atentos a la chistera para ver que sale la próxima vez.

Por último reseñar la reticencia de las entidades financieras indias a reflejar la bajada de tipos del RBI  en sus tasas, o si lo hacen como ha sucedido con el Banco ICICI, tan sólo repercuten 25 puntos básicos en sus créditos. Al final, la bajada de tipos del RBI puede quedar sin repercusión sobre la economía india si esta no se refleja en los bancos comerciales y como consecuencia de ello en los comerciantes y consumidores. Al final parece que si el RBI no toma una posición más activa, los bancos serán los únicos beneficiados de la bajada de tipos y para eso se la podían haber ahorrado.

Finalmente, desear a mis lectores un estupendo fin de semana y les espero la próxima semana  para continuar analizando el complejo entorno macroeconómicos en el que estamos. Un saludo a todos GA. 

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