Los mercados financieros europeos comienzan el año con subidas que superan el 1%. Estas subidas se mueven en un rango del 1,18% de Francia  y el 2% de Alemania. Parece que los inversores se han animado e intentan comenzar sus actividades financieras de manera positiva.

Pero existe alguna razón objetiva para pensar que esta semana es diferente de la semana pasada. Yo al menos no la encuentro.

Es cierto que la presión sobre la deuda soberana se ha relajado algo respecto a la semana pasada y países como España ahora cotiza a 350 pbs, con un diferencial frente al Bono alemán de 5,11% e Italia mantiene un diferencial del 6,96% respecto al bono alemán. Estos valores y sobre todo en el caso de Italia, no hace mucho tiempo los expertos los consideraban insoportables, acaso ahora son soportables, no lo creo.

Unido a esta visión un tanto negativa, tampoco han ayudado los datos del PMI en la zona euro. Si bien es cierto que la mayoría de los países mejoran respecto al dato anterior, todos ellos se mantienen por debajo de 50 que es la cifra mágica que indica expansión económica. Por países, Alemania sube de 47.9 a 48.4 aunque factores como la exportación que permitían mantener un cierto crecimiento están empezando a dar síntomas de agotamiento.

Francia, más cerca de la recesión que del crecimiento ha subido desde 47.3 hasta 48.9, aunque continúan los temores a que no sea capaz de mantener la senda del crecimiento y esto conlleve la pérdida de la tan preciada triple A que garantiza elementos fundamentales para contener la crisis actual como el EFSF.

Italia también repunta desde 43.8 hasta 44.3 y Grecia de 40.9 a 42.

En el otro lado, España cae del 43.8 al 43.7, manteniendo ya por dos años niveles de contracción y viéndose especialmente comprometidos los subíndices de nuevos pedidos que retrocede de 41 a 40.7 y  el de empleo que mantienen su descenso continuado desde agosto del 2.007.

El nuevo año se presenta extraordinariamente complicado para la economía europea que seguirá dependiendo excesivamente de las decisiones políticas y como hemos podido ver tanto en la reunión de julio, como en la de noviembre, las palabras dieron esperanzas, pero los hechos no han demostrado avances. Como nota ejemplo de la ineficacia de las medidas tomadas, seguimos viendo como los bancos aun teniendo liquidez no se prestan dinero entre ellos y tampoco lo colocan en el crédito al sector privado. Si bien esta semana los depósitos en el BCE han sido algo menores, su actitud me recuerda a la Parábola de los talentos, el problema es que no están intentando hacer crecer ese dinero, sino que como al que se le entrego un talento han optado por guardarlo para no perderlo. La conclusión es evidente, si siguen con esta política al igual que sucedió en la parábola, terminaran perdiendo el talento que les ha entregado el BCE.

En cualquier caso la jornada de hoy no nos servirá para conocer la dirección de los mercados pues hasta mañana no volverán a funcionar a pleno rendimiento todos los mercados financieros. De momento los inversores pueden que le entreguen u cierto crédito a los políticos esperando que los datos macroeconómicos comiencen a mejorar, pero este crédito va a ser muy limitado y si no vemos pronto una mejoría, los mercados corregirán de nuevo de manera drástica.

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