Nuevamente asistimos a una caída de los mercados financieros asiáticos, cada día parece más evidente que la crisis de la deuda soberana europea está comenzando a propagar sus efectos dañinos sobre las economías asiáticas, además de transmitir inseguridad y falta de confianza a los inversores. En en estos momentos, los inversores ven en los mercados financieros asiáticos más un mercado en decadencia, que una posibilidad de inversión.

El cierre por mercados fue el siguiente, el Nikkei se dejó -0,7%, el Kospi -0,1%, el Hang Seng -0,9%, el ASX -0,6% y el Sensex -0,5%. El Shanghái Composite fue unos de los pocos mercados que cerraron en positivo, con una subida del 0,16%


Si bien las caídas han sido suaves, y se podría hablar de un cierre en plano, resulta significativo que ha dos días del cierre del año y del trimestres las pérdidas sigan siendo la constante en los mercados financieros asiáticos.

Tampoco ayuda a mejorar este clima de incertidumbre la constante desinversión de los Fondos internacionales. Sólo en China la desinversión ronda los $3.600M y en la India $4.000M. Estos reembolsos parecen indicar que el sueño de los países del BRIC está desapareciendo y que los inversores están a la búsqueda de nuevas inversiones en países con mayor potencial de crecimiento.

Un ejemplo de esta desaceleración de los países del BRIC sería India, que mantiene una desaceleración constante en su crecimiento bajando al 6,9% en el mes de diciembre, la tasa más baja de los últimos dos años. A esta desaceleración del crecimiento hay que sumar una inflación por encima del 9%  y un problema de acceso a la liquidez creciente.

Con el fin de controlar la inflación, el gobierno indio ha endurecido las tasas de interés, además de intentar suavizar las consecuencias sobre su producción de la crisis de la deuda soberana europea mediante acuerdos bilaterales con países de la zona. En este sentido destacar el acuerdo llegado con Japón sobre el aumento del swap hasta los $15.000M, y la desregulación del mercado indio.

Como hemos visto en los últimos días, Japón también intenta buscar fórmulas para estimular su crecimiento mediante acuerdos bilaterales con países de la zona de Asia. En los días  anteriores ya comentamos los acuerdos con China y ahora se suma el acuerdo con India.

Otro elemento que añade presión a la complicada situación de los mercados financieros asiáticos es el fortalecimiento de sus divisas que repercute directamente sobre el sector manufacturero y sus exportaciones.

Tampoco hay que olvidar un fenómeno que se está produciendo en China y sobre el que no ha estudiado suficientemente y es el cierre de fábricas de empresas norteamericanas y europeas en  China ante el aumento de costes. Estas fábricas que llegaron a China por sus bajos costes y enormes expectativas de expansión, se están retrayendo y volviendo a sus países de origen. Este cambio en la política empresarial supondrá para el gigante asiático una reducción de sus exportaciones además de aumentar la tasa de desempleo y por consiguiente la disminución del consumo interno. Estoy seguro que a lo largo del 2012 habrá más ocasiones para analizar este fenómeno.

En definitiva, el cierre del año en los mercados financieros asiáticos no se parecerá al del años pasado y lo más que se puede esperar en la última sesión del año son subidas insignificantes que a la menor noticia negativa se convertirán en pérdidas.

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